Estamos en esa edad tonta en que uno empieza a tomar consciencia de que se hace mayor. El salto es importante ya que se pasa de tener una edad de una cifra a tener dos, probablemente para siempre. Es por eso que regalar algo en estas edades puede convertirse en un reto.
Para hacerlo medianamente bien, vamos a ver unos trucos, consejos e ideas de lo que puede ser apropiado para esa edad, sin caer en infantilismos ni todo lo contrario. Alrededor de esa edad lo mejor es regalar algo que motive su aprendizaje, que le impulse a querer descubrir las cosas que conforman el mundo que le rodea.
También es muy bueno regalarle algo con lo que adquiera una práctica de disciplina, como algún instrumento musical que le resulte divertido, o algo que le haga moverse y relacionado con el deporte, ya que es bueno que conozca buenos hábitos saludables.
Descubre, inventa y analiza
Hay muchos juguetes apropiados para los 10 años en los que ayudarás a que descubran de un modo más científico el mundo. Una buena opción es regalar un telescopio o microscopio si ves que se muestra interesado en las estrellas o en las cosas chiquititas.
Los modelos del cuerpo humano, kits de arqueología o bolas del mundo divertidas es también una idea genial. Por otro lado, hay un montón de libros editados para resolver los grandes misterios y preguntas que se plantean los niños y que ofrecen respuestas sencillas que muchas veces nosotros no sabemos proporcionarles.
Fomenta su agilidad mental
Con juegos como Rummikub u otros más tradicionales como el Tabú y el Pictionary, los niños mantendrán alerta su mente. Lo bueno de estos juegos de mesa que apoyan el desarrollo de la agilidad mental, y además, sirven para animar su creatividad.
Por otro lado, estimulan el progreso y la perfección de la expresión tanto oral como corporal. Lo que, sin duda, les servirá en un futuro para comunicarse en la sociedad. Y a corto plazo les hará ganar seguridad en sí mismos a la hora de relacionarse con otras personas.
Por último, hay que llamar la atención acerca de esos regalos que no se compran con dinero y que también favorecen su desarrollo. A veces es mucho mejor regalarles un paseo por el campo. O jugar con ellos en el parque o perder un poco de nuestro tiempo para realizar cualquier actividad con el pequeño, para conocerlo mejor y darle nuestro amor.