¡Ya basta de regalos en serie! Que si una camisa, que si una corbata, una cartera… ¡No más regalos marcados sólo por la moda!: el muñeco de turno, el nuevo Smartphone o las zapatillas que anuncia no sé qué deportista. Convirtamos el regalo en algo verdaderamente personal, algo elegante, funcional y económico.
Para ello, uno de los métodos más directos es el que consiste en personalizar los regalos: pocas cosas hacen más ilusión que recibir, por ejemplo, una camiseta con un mensaje que sólo entienden por completo quien le da y quien la recibe, o una taza de desayuno única, con el propio nombre o una imagen especial.
Las ideas, algunas de las cuales veremos un poco más adelante, son muchas. Las formas de realizarlas pueden dividirse en dos grandes grupos: quien elabora íntegramente el regalo por sí mismo y quien lo hace encargando la parte técnica a profesionales.
Manitas y manazas
Dentro del primer grupo, podemos incluir a aquéllos que, pincel en mano, toman una camiseta, una taza, un lienzo, un plato o cualquier otra superficie susceptible de pintarse y la llenan con dibujos, nombres… Manitas afortunadas.
Los segundos, grupo en el que se encuentra el común de los mortales, son los que tienen la idea y buscan la forma de plasmarla, con palabras o con el socorrido Photoshop para que otros elaboren el producto final. Esos “otros” suelen ser empresas dedicadas a personalizar objetos, dentro de los que se hallan los que tomaremos por ejemplo:
Por poco dinero y con mucha ilusión
Por muy poquito dinero, y para los nostálgicos, podemos regalar un objeto que vuelve a estar de moda: las chapas, sólo que esta vez serán personalizadas. La imagen y las palabras que figuren en ellas dependen de la persona que vaya a recibir la insignia. Como ya hemos hablado de nostalgia, sería estupendo que a un adicto a las serie, ochentero empedernido la regalásemos, por ejemplo, una con el logo de “V”…
Otra posibilidad, cuyo límite es, además, la imaginación, es la que constituyen las camisetas. De una prenda lisa podemos elaborar el más personal y bonito de los regalos: nombres, imágenes, fechas, frases ingeniosas o románticas…
Y para terminar, una estupenda idea: tomemos una cubertería, cristalería o vajilla y localicemos el escudo heráldico que corresponde a nuestro agasajado. Son muchas las tiendas, virtuales o no, que por un precio módico pueden imprimir o grabar la imagen, dando en un regalo elegante, a la par que útil.