Si uno es tan despistado como un servidor, que es capaz de olvidarse, literalmente, de su propio cumpleaños, agradece cualquier ayuda para evitar las consecuencias, o al menos minimizarlas, de cualquier despiste. Y una de las víctimas habituales de que tenga los pies en el suelo y la cabeza en la Luna es el llavero que porta mis llaves de casa.
Parece imposible, pero estoy convencido de que nunca, en veinte años, he dejado dos veces las llaves en el mismo sitio. Y eso que mi casa mide poco más que dos cajas de cerillas adosadas. Y, claro: esto tiene consecuencias, aparte de haber asado las llaves en el horno o de haber tenido que “pescarlas” de un lugar más… desagradable.
Pues bien: aquí van algunos remedios que pienso aplicarme para no tener que jurar en arameo cada vez que no encuentro las llaves. O para no llegar a la conclusión de que estoy en ese mundo porque teníamos que ser impares cuando doy con ellas dentro del microondas.
Me lo ha dicho un pajarito…
El primero de los inventos que puedes regalarme (ejem) se llama Sparrow Key Ring (Llavero gorrión). Se trata de un portallaves con un gorrión fosforito (un punto a favor para que no se pierda es su visibilidad) y que cuenta con un nido-casa que puedes colgar junto a la puerta para que sepas dónde dejarlo.
Nido-pajarito. Pajarito-nido. Obvio, ¿no? Pero es que además, el pájaro también es un silbato. Se acabó el “¡¡ya estoy en casaaaaa!!” ahora es “piiip-piiip”. Tan útil invento está en quelovendan.com por sólo 17 euros.
Darle una utilidad extra al llavero
Por otra parte, ¿perderías a un consejero fiel? ¿Y si éste fuera un llavero? Se llama “Decision maker” (“Decisor”, más o menos). Un aro portallaves unido a una ruleta con respuestas estándar y luces led que se encienden respondiendo a las preguntas que hagas. Un tontería supina pero que tiene su gracia y, por tal motivo, no la perderás. El precio es unos 6,50 euros.
Y para evitar un disgusto muy habitual, al menos en mi caso, te presento el último de los inventos de hoy. Regálamelo por sólo 19,50 euros. Veamos: te has ido de pesca, o a dar un paseo junto al río o el mar. Has tenido que sacarte algo del bolsillo y… ¡¡¡Noooo!!
Saliendo a flote
Las llaves. Al fondo del mar materile, rile, rile… Hala, a molestar al vecino para que te dé el juego que le has dejado, hacerte una copia… Todo el proceso. Pues, a partir de ahora, podemos evitarlo gracias al “Water Bouy”. Lo que ocurre es que en cuanto se te caen las llaves al agua, se dispara una bolsa de aire y éstas salen a flote para que puedas repescarlas. El invento me habría salvado de alguna situación desagradable. No digo más.