No importa el motivo por el cual se deba hacer un regalo, navidades, cumpleaños, aniversarios y demás, hay regalos que ni se deben ni pensar, ni mirar, ni buscar a menos que lo pidan explícitamente por necesidad o algún otro motivo.
Sabemos que los típicos regalos de siempre son las colonias, las corbatas, los pañuelos, etc., podría pasar si este típico regalo fuera expresamente un compromiso y para una persona que no conoces bien y que no puedes eludir, pero para un amigo/a del alma o para un familiar o para tu pareja, rómpete un poco la cabeza y piensa que le puede hacer más ilusión.
Los regalos que nunca, oye bien, nunca debes regalarle a las mujeres de tu entorno o familiares, serian los electrodomésticos, un libro de recetas, un delantal, un paraguas, una plancha, una bascula, o cualquier otra cosa que puedan molestarlas, es verdad que a veces tienen de todo, pero hay que pensar un poquito más para poder ilusionarlas.
¡Basta de lo de siempre!
Para los hombres de tu entorno o familiares, por favor no más calcetines, ropa interior, corbatas, colonias o productos de aseo personal, caja de herramientas (y encima no es un manitas) ¡no!, por favor quiébrate un poco más la sesera y piensa que le puede hacer ilusión.
Para los niños de tu entorno o familiares, aquí entramos en el meollo del asunto, casi todos los niños tienen de todo, tal son los casos que a veces los regalos les llegan repetidos, todo depende de la edad del “pichurro”, eso si, no se les ocurra jamás de los jamases de regalarles una mascota, a no ser que el “pichurro” en cuestión sea muy responsable, (que los hay)…
… Porque sabemos muy bien, que al principio les hará muchísima ilusión, pero a la larga son los adultos quien tienen que cargar con cuidarlos, darles de comer, sacarlos (si fuera un perro), llevarlos al veterinario, bañarlos y un sinfín de tareas más.
Responsabilidades, responsabilidades, responsabilidades…
Es verdad que una mascota ayuda a que el niño tome ciertas responsabilidades ante la vida, si le regalamos una mascota hay que enseñarle ante todo que no es un juguete, que es un ser vivo, que necesita cariño y cuidados.
Sabemos que a veces hacer un regalo entraña cierta responsabilidad, normalmente uno quiere quedar bien delante del obsequiado, sea para la ceremonia que sea y a veces nos molesta dedicar un tiempo en buscar algo que sea preciso, precioso, necesario y que además ilusione.