Hace ya tiempo que no traigo a colación a mi queridísimo cuñado. Y hoy toca. Porque estamos a punto de celebrar su santo. Bueno. Más o menos. El hombre se llama Angustioso Manfredo. Es comprensible que no quiera conmemorar su onomástica, de modo que celebra el día de Todos los Santos. Y, claro, hay que llevar un regalito a la cena que ofrece la noche anterior.
¿Que por qué celebra su santo la Noche de Difuntos o de Helloween, un día antes?… Pues… ¿Por qué una mujer guapa, inteligente, simpática, culta y emprendedora como mi hermana se casó con semejante mastuerzo? Hay preguntas que no tienen respuesta.
Un regalo. Para mi cuñado. Que celebra su santo en Helloween. Semejante personaje se merece un regalo acorde con la fecha, de modo que vamos a ver qué le encontramos…
Quitarle de encima la cara de zombi
Como parece ser que el hombre –vamos a llamarlo así- no duerme demasiado bien últimamente por lo del Euríbor, la prima de riesgo y la elongación de abductores de Cantamañaninho (aún no ha encontrado qué significa eso de “abductores”, lo que le quita el sueño). Como cualquier ruido o luz lo despierta, vamos a regalarle un antifaz para dormir.
Pero hemos dicho que el regalo sería propio de Helloween, de forma que en la parte exterior del antifaz están dibujados unos ojos de zombi que dan bastante miedito… Por sólo 4 euros mejorará sensiblemente la cara que tiene el tipo nada más despertarse.
Una almohada para descansar en paz
Otra forma de que se levante con mejor cara, dentro de lo posible, es que duerma cómodo. Para eso le vamos a regalar una almohada. Una con manchas de sangre dibujadas y con un hacha entre ellas muy realista. Para cuando diga que viene “muerto de cansancio”. 17,45 euros.
Claro que, al final, soy buena gente, siempre dentro de lo que cabe, de modo que le voy a regalar algo para que no tenga que llegar a la cama tan agotado, o para que se quite de encima esa cara de sueño perpetua:
Este brebaje te da gaaarraaasss
Se trata de una bebida energética. Eso sí, un tanto macabra: viene dentro de una bolsa de plasma de 100 mililitros. El color y la apariencia harán pensar a todos que mi cuñado se ha convertid en un vampiro y que saca sus fuerzas de la sangre. Buen rollo asegurado por sólo veinte euros.
Si no fuera porque tengo que encargar ya mismo el regalo, seguiría de buen grado con más ideas de este tipo. Mi queridísimo hermano político se lo merece todo…