El arte del café es un arte muy viejo y que requiere mucha sabiduría darle el punto adecuado.
La recolección en su justo momento, el tueste necesario para realzar el sabor, la molienda más gruesa o más fina dependiendo de qué clase de café vamos a realizar, la mezcla de distintas variedades de café buscando un determinado sabor y, finalmente, darle el punto justo al calor del agua que va a filtrar el café molido.
El café proviene de Etiopía, de ahí paso a Arabia y a Europa llegó a través de los holandeses que lo cultivaron en sus colonias asiáticas.
En la actualidad hay muchas variedades de café, dependiendo de la zona que lo produce. Los más conocidos son los americanos, pero también podemos encontrar café árabes, africanos, asiáticos y hasta de Hawai.
Para un cafetero, nada hay más delicioso que una buena taza de café. Es todo un ritual de por las mañanas y de la sobremesa. Así pues, regalar una buena mezcla de café será todo un acierto.
¿Y tú de qué eres?
Lo ideal es regalar café en grano, pues el molido va perdiendo aroma según pasa el tiempo, pero habremos de enterarnos de cómo hace el café. Deberemos saber si usa una cafetera de filtro o una de las modernas que utilizan cápsulas.
Si es de las de cápsulas, podremos elegir entre la amplia variedad que hay en el mercado y regalarle una selección. Para hacer la presentación más impactante, se puede adquirir alguna caja de madera o metálicas con un diseño bonito y distribuir las cápsulas en su interior.
Si usa una cafetera de filtro, entonces podemos acercarnos a alguna de las tiendas especializadas en café y comprar al peso granos de distintas procedencias.
Sabores dulces y afrutados
Podemos sorprenderles con muchos aromas distintos. Dulces como los de Brasil, Costa Rica, Perú y el más caro del mundo, el jamaicano «Montaña azul».
También podemos optar por el Moka, un café árabe con sabor a fruta, o los orgánicos de Nicaragua, con su sabor achocolatado, o los guatemaltecos con un sabor consistente y de reconocida calidad.
Los más fuertes entre los fuertes
Unos de los mejores cafés del mundo son los producidos en Colombia, de fuerte sabor amargo. También este sabor podemos encontrarlo en los cafés jamaicanos.
Entre los más ácidos se cuentan los cafés de las islas Hawai, las Célebes, Sumatra y Java. Los cafés africanos también tienen bastante acidez, pero la compensan con su gran aroma, los mejores son los de Etiopía, Kenia, y Tanzania.