Traigo el tema a colación porque en este trance me encuentro, debo regalar a un amigo así y… Además porque yo soy uno de ellos, y reconozco que no es fácil. Todos tenemos uno en nuestro círculo de amistades, y nada hay que le siente peor que le regales unos calcetines (“regalo de madre” por excelencia), una colonia que nunca apreciará o una americana de moda que nunca se pondrá.
En principio no es difícil, pero atención: por su propia naturaleza, un friki tiende a coleccionar, lo que hace fácil repetirse o elegir algo que no esté a la altura de colecciones a veces impresionantes. Lo bueno es que se entusiasman con poca cosa, y una pequeña variación (qué sé yo, una figura de Han Solo; ya tendrá la original, pero una con el chaleco de otro color ya es otra cosa…) le hará volverse loco.
Pensemos antes de actuar. ¿Qué aficiones tiene? Pues el rol, la ciencia ficción, los videojuegos, la música (normalmente heavy). ¿Dónde socializa? En los clubes de rol o tiendas especializadas, o en foros de internet. Luego hay que tener en cuenta las especificidades de nuestro friki, porque los hay locos por los juegos de cartas (no, el mus y el tute no) pero que no les interesan las películas de Star Trek, o al revés.
Subtítulo
En general hay dos opciones, dos grandes familias de regalos para frikis: algo medianamente útil (un libro de cocina de la Tierra Media en quenya, un pijama-uniforme del doctor Spock) o algo totalmente inútil (como una réplica de una auténtica katana de Hattori Hanzo o la versión japonesa de un videojuego de los ochenta, por ejemplo), las preferidas sin duda.
Las series siempre son un buen recurso, el problema es que lo más normal ya lo suelen tener, debido a su gran capacidad adquisitiva (digamos que no se gastan mucho el día de San Valentín). Tendrás que optar por colecciones completas bien conservadas o rarezas (Big bang theory comentada por Sheldon Cooper en klingon, se me ocurre).
Lo que más le gustará son las cosas difíciles de encontrar. Ediciones especiales de cómics. Si estamos dispuestos a dejarnos buenas perras, un viaje siempre es una buena idea, pero tendrá que ser muy específico: a la Comic-Con o al desierto tunecino donde rodaron el Episodio IV. Ahora, lo que realmente triunfa (si tiene sitio suficiente y medios de mantenerlo) es un dragón.