Las perlas llevan años acompañando al ser humano como partes decorativas en vestimentas, cuerpos y cabellos, han sido siempre apreciadas por distintos pueblos desde la antigüedad debido a su rareza, belleza y extraordinario valor.
Si estás pensando regalar perlas, te damos una pequeña explicación, sobre sus tamaños, colores, etc., para que no te den “gato por liebre”.
Las perlas pueden ser variadas en sus formas, las puedes encontrar redondas, semiredondas, ovaladas, barrocas (forma longitudinal y asimétrica, puede presentar rayas transversales) o semibarrocas (forma figuras asimétricas como lágrimas, cuadrado, botón, etc.)
Con respecto a los colores las puedes encontrar blancas (las más normales), melocotón (naranjas o rosas suaves), malvas (vino, violetas o purpuras), negras (con reflejos verdes o azulados), gris (grises claros o intensos) y de colores artificiales (perlas blancas coloreadas artificialmente).
Según su procedencia, según su precio
En muchos países el cultivo de las perlas en una gran fuente de ingresos y se consideran las mejores del mundo, podemos contar con las criadas en China como la perla cultivada Freshwater, perla Akoya, etc., estas perlas se obtienen directamente del molusco en agua salada, requiriendo un cultivo de entre 3 y 8 años.
En Japón se cultiva la perla Akoya en agua salada, las técnicas de cultivo con nucleación sintética, hacen que esta perla crezca con mayor volumen, con una iridiscencia intensa y casi perfecta en su forma, su cultivo en menos de un año y medio.
En Australia y sureste de Asia, las perlas del mar de sur se cultivan en agua salada destacando por la profundidad de su lustre, siendo su tiempo de cultivo entre los 3 a 8 años.
En la Polinesia Francesa, la perla negra Tahitiana, se cultivan en aguas saladas y no precisamente siempre son negras, la gama de colores puede oscilar desde grises (de varias tonalidades) pasando por colores como el naranja, magenta, dorado hasta los azules cobalto con una intensidad increíble, su tiempo de cultivo abarca desde la 2 a 3 años.
También hay que considerar las perlas de rio, estas perlas son cultivadas en agua dulce (ríos, bahías, lagos), son menos lustrosas que las perlas de agua salada, pero sus formas y colores fuera de lo común las hacen objeto de joyería muy asequible.
Podéis ver que la variedad de perlas es bastante extensa, engarzadas en unos pendientes, como collar, en un anillo, en una pulsera o en un broche siempre dará distinción a quien lo lleva, combinan con todo y serán un regalo que se apreciara enormemente.