No vamos aquí a negar que satisfacer nuestro instinto consumista recorriendo centros comerciales arriba y abajo buscando regalos para nuestros seres queridos (o no) es una de las cosas más entretenidas de la Navidad. Al mismo tiempo, también estaremos de acuerdo en que también nos gusta a todos aprender a hacer cosas nuevas mientras pasamos el rato y economizamos unos eurillos.
De eso se trata el DIY. Habréis visto por ahí alguna vez esas siglas, o sea, Do It Yourself, lo que viene significando “hazlo tú mismo”. Esta práctica que hunde sus raíces en el punkismo de los años ochenta se refiere simplemente a fabricarnos nuestras propias cosas en lugar de comprarlas, o en recuperar o reciclar objetos y materiales para convertirlos en otras cosas completamente diferentes.
Vamos a buscar un par de ejemplos. Se me ocurre por ejemplo que, aprovechando el frío propio de la época, las prendas tejidas hacen furor. Es más fácil de lo que parece, y os lo digo yo, que no tengo manos, sino pies. Además, las posibilidades son prácticamente infinitas: sombreros, bufandas, calcetines, bolsos, monederos, pulseras, prácticamente lo que quieras; los colores que queramos; y con diferentes materiales y tipos de punto.
Este año haz tus propios regalos personalizados
El papel y el cartón ofrecen otra enorme gama de posibilidades: postales, álbumes de fotos, abalorios (los pendientes de este tipo se ven mucho últimamente)… De nuevo, la excusa de “no sé hacerlo” no vale, pues no hay más que pasar un cuarto de hora rebuscando entre los videos disponibles en la web para aprender, sencillamente y paso a paso, todo tipo de técnicas y encontrar todo tipo de ideas.
Un amigo me ha dicho (y aquí está el origen de este post) que el año pasado triunfó regalando juegos de mesa hechos por él mismo. Cierto que mi amigo es bastante manitas y tiene los medios, pero con materiales bastante simplones (goma eva o chapa ocumen) ha hecho ajedreces, monopolys o scrabbles, entre otros. Y algunos los ha modificado expresamente para el regalado (¿qué tal las calles de tu pueblo en el monopoly?).
Así que fuera pereza, y vamos a buscar un poco de tiempo e inspiración para los regalos de este año. Aparte de todas las virtudes ya enumeradas, nunca será igual una cosa imaginada y hecha por nosotros mismos (y que se puede hacer en familia y todo) que algo comprado que puede tener cualquiera y que no demuestra ninguna atención especial.