No se puede negar que existen regalos para todo el mundo, basta con echar la vista alrededor de lo que cualquier persona utiliza para darse cuenta de todo aquello que puede desear a la hora de que la sorprendan. Por más que se empeñe en decir que no le gusta que le hagan regalos o no sepa qué cara poner en ese momento: a todos nos encanta que nos aprecien y que se ponga empeño en agradarnos, siendo una de esas mentiras a medias que se comentan cuando se han sufrido unas cuantas decepciones. Por eso, ¿queréis devolverle a esas personas la alegría por los regalos? ¿Queréis que se les erice la piel con sólo rasgar lo que les entreguemos primorosamente envuelto? Pues bienvenidos a los regalos originales, los únicos capaces de dar tanto de sí como la gente espera. Incluso mucho más: si algo tienen los regalos originales es que poseen una capacidad innata para despertar emociones que ni sabíamos que podíamos sentir.
La necesidad de ser original
Ya hemos hablado de las aptitudes para la sorpresa de los regalos originales. Pero seguramente os preguntéis: ¿Qué es exactamente un regalo original? Bien, podríamos pensar que se trata de un detalle curioso que pueda entrar por la vista precisamente por esa curiosidad, siendo cierta esta afirmación. O que, simplemente, son regalos que sorprenden por su concepción, su diseño, su uso o por los gustos a los que van dirigidos, consiguiendo que enamoren al ver la luz tras su paso por el envoltorio de papel. Y sí: ambas cualidades forman parte de lo que definimos, aunque también hemos de añadir otras cuantas.
Por ejemplo, que resulten útiles para el destinatario del detalle, no quedándose en la anécdota de la fecha de entrega. O que se ajusten a un precio aceptable, algo a tener muy en cuenta por el que se va a romper la cabeza en la búsqueda. Que posean garantía, que estén fabricados con los mejores materiales, que la tienda ofrezca opciones de devolución por si acaso no gusta, que los regalos tengan la posibilidad de personalizarse… En fin, que para que un regalo sea original nosotros también tenemos que serlo, siendo fruto del empeño de quienes quieren regalar con la cabeza y con el corazón.
Regalos originales para hombres
Llegados a este punto, nos encontramos con la principal disyuntiva de este artículo: ¿qué regalos pueden ser originales para los hombres? Lo que en un principio pudiera ser sencillo para ellos no resulta tan simple para ellas, encontrándose muchas mujeres con que no saben qué regalarle a su marido, pareja, novio, amigo, conocido o, simplemente, a cualquier persona del género masculino de la que no conocen exactamente sus gustos, necesitando guiarse por los estereotipos para así encontrar lo más adecuado. Lo que, a menudo, es contraproducente. Por eso resulta tan útil encontrarse con sugerencias creadas pensando en los destinatarios del detalle, como este escaparate con una cuidada selección de regalos para hombres donde ya tendremos gran parte del trabajo hecho. ¿Por qué no dejarse aconsejar por los que ya son profesionales en el tema?
Carteras con diseños muy cuidados y juveniles que tienen aspecto de papel y que no se mojan ni se pueden rasgar, gadgets electrónicos de última generación para contentar a los más geeks con su ración de botones, abrebotellas con formas extravagantes que hacen honor a la categorización de «originales», helicópteros a radiocontrol que se manejan desde el teléfono móvil sin que haya que empeñar un riñón a la hora de regalarlos, enfriadores rápidos de botellas de vino para aquellos hombres que se las gastan de sibaritas, una radio/altavoz para smartphones de cartón con la que dar un toque ecológico y sorprendente al detalle… ¿A que son buenas ideas? Pues podréis encontrar muchas más, siendo un punto de referencia a tener muy en cuenta.
Hay que elegir bien, pero sin obsesionarse
Siempre diremos lo mismo: para que un regalo sea un verdadero regalo necesita de un notable esfuerzo por agradar de la persona que se encargará de entregarlo, siendo algo imprescindible para sorprender además de para quedar bien. Aunque hay algo que debemos de dejar claro: nunca hay que obsesionarse por encontrar lo mejor porque, si no hemos localizado lo que queremos tras una intensa búsqueda cercana a la desesperación, existen muchas posibilidades de que acabemos comprando cualquier cosa por terminar de una vez con el problema, teniendo más peligro que regalar lo primero que veamos. Busquemos bien, asesorémonos, tomémoslo con calma y pensemos en los gustos de la persona. Seguro que se nos ocurre algo.
Y si no se os ocurre, pero tampoco queréis presentaros con las manos vacías, dejaos aconsejar por los que más saben en el tema de los regalos originales. En este caso, como en todos, la experiencia siempre supone una ventaja. Sobre todo cuando se trata de dar la mejor sorpresa…