Lo primero que se debe tener en cuenta a la hora de hacer regalos romanticos es conocer en detalle los gustos y preferencias de la persona a la cual agasajaremos. Esto nos servirá para salir de compras con una vaga noción de lo que deseamos regalar y cuánto tenemos pensado gastar.
Para ello, lo ideal es sondear a la persona sin que por supuesto esta lo note. En el medio de alguna conversación, lo aconsejable es llevar el tema hacia el lado de aquello que pensamos que le puede gustar, como clases de vestimenta, tonalidades, accesorios. En definitiva, algo que pueda ser buen regalo sorpresa. También, se pueden considerar las razones por las cuales la pareja se ha unido, ya que sirven para la búsqueda de los regalos perfectos. Es más que evidente que esto hay que hacerlo con bastante tiempo de anticipación para evitar echar por la borda la sorpresa.
El segundo paso a seguir es la compra del regalo. De entre todas las opciones con las que contamos, en base a los sondeos realizados, es importante decidirse no por el de mayor valor comercial en sí sino por el de más valor emocional. Siempre se debe tener en cuenta que la premisa de todo romance se encuentra marcada por las emociones y no por la materialidad. De modo que hay que decantarse por un regalo que esté cargado de significado y sea, a la vez, original.
El momento de la entrega del regalo es muy importante también, como por ejemplo en una cena romántica en algún lugar tranquilo. Para la pareja, éste es un momento para celebrar y recordar los motivos por los que están juntos, por lo que hay que aprovecharlo al máximo.