No hay momento más agradable para quien regala siente de verdad que su regalo ha gustado mucho. Acertar, a veces es difícil, incluso en aquellas ocasiones en las que conocemos bien a la persona a la que vamos a regalar.
En tiempos de crisis hay que agudizar el ingenio, sobre todo porque los presupuestos destinados a regalos se reducen notablemente. Es verdad que para obsequiar con un regalo a alguien, lo primero que debe hacer esa persona es merecérselo de verdad. Cuando creemos que alguien es merecedor de que nos rompamos la cabeza buscando el regalo perfecto, al final, aunque cueste, acabamos encontrándolo.
Es complicado acertar con alguien que solamente valore lo material del regalo, el precio o la marca, y más en este caso, que nos deberemos apretar el cinturón y ajustar el precio al máximo. No sé si algunas de las ideas que os voy a proponer a continuación os servirán de algo, pero sea como fuere, la intención es buena.
Cariño, amor, alegría, dedicación…
Mis propuestas van a ir encaminadas a las emociones, porque creo qeu emocionar a una persona, es a veces tarea muy satisfactoria e incluso mucho más sincera que algo comprado sin más. A un regalo con emociones hay que ponerle entusiasmo, cariño, amor, delicadeza, alegría, dedicación…a veces, incluso, sólo por el hecho de que le pongamos esos ingredientes al construirlo, hace que la persona que lo recibe sienta lo mismo.
Basándome en una experiencia personal, decidí hacer algo especial para la boda de una amiga. No sabía qué podía ser aquello que le recordara cosas, que trajera una sonrisa a su boca y llenara sus ojos con alguna lágrima. Muchas opciones me vinieron a la cabeza, hasta que llegue a la conclusión de que un álbum de fotos sería una buena opción, y realmente lo fue.
Fuentes de recopilación
Costó un poco recopilar aquellas fotos guardadas en un cajón, tuve que preguntar mucho, ponerme en contacto con sus padres, con sus amigos, con su familia más cercana… incluso tuve que buscar en mis viejos cajones para encontrar fotos del grupo de amigas de siempre. Pero realmente valió la pena, un precioso álbum de fotos de otros tiempos y dispersadas por todas partes, por fin reunidas en un solo soporte.
Cuando haces este tipo de regalos, no sabes cómo va reaccionar el personal. Solamente ver su cara de emoción al abrir el precioso envoltorio, supe que ella estaba sintiendo la misma emoción que estaba sintiendo yo al hacerlo. Entonces… supe que había acertado.