Y es que para algunos es una auténtica guerra continua la relación con la suegra que le ha tocado. Cuestiona tus decisiones, no eres lo bastante bueno para su hijo/a, no para de meterte prisa con que tengas un hijo y cada vez que te saluda solo te abraza para después decirte los kilos que has cogido…
Puede que sea a la última persona que desearías hacerle un regalo, pero saca de este momento la mejor oportunidad para mostrarle a tu suegra todo “tu amor”, al igual que hace ella siempre contigo. Es decir, con mucha mala leche y sombra. Puede que no te veas en otra, así que aprovecha la oportunidad bien.
Aquí te dejamos unas cuantas ideas que te resultaran, además de muy graciosa, el mejor de los mensajes para que tu suegra deje de fastidiarte. Recuerda una vez que lo abra, mantener la sonrisa; porque si la cosa se pone fea siempre poder decir que fue una broma. Por lo cual… Intenta tener un segundo regalo.
Pero si te encantan las plantas…
Aprovecha el gusto por las plantas que tiene tu suegra para regalarle una planta carnívora. En este caso la Diana atrapamoscas es una buena opción para añadir un “ya sabes…en boca cerrada no entran moscas. Así la podrás alimentar…”
Es una planta que no resulta difícil de cuidar. Aunque se puede tener tanto en exterior como en interior, hay que tener cuidado con las horas de sol continuas, nunca le pude dar más de 5 horas diarias. Al igual que estar en exteriores en temperaturas extremas.
Para que vaya practicando
Si eres de los que piensan que hay miradas que matan y tu suegra parece haber enseñado al mismísimo Clint Eastwood, este regalo le encantara. Un estupendo reloj despertador en cual se apaga disparando con una pistola láser.
Una forma que vaya ensayando “el tiro de gracia”, que se acuerde de ti cuando descubra que lo has programado a las 5 de la mañana…
¿Te imaginas de ver a tu suegra con una pistola debajo de su almohada? Mejor no…
Te la devuelvo…
En caso de que los anteriores regalos no hayan funcionado y no solo hayas conseguido ofender a tu suegra, sino que ahora tienes a la familia política más cabreada que a un mono, hasta tu mujer no para de mirarte avergonzada y humillada… Recurre a lo único que hará feliz a tu suegra: “Querida suegra…te devuelvo a tu hija”.