No es que desafine: es que hago continuamente mis propias versiones de los éxitos de ayer y hoy. Y me he sorprendido a mí mismo cantando (o como queramos llamar a lo que hago en su lugar) un tema que hacía mucho que no (des)entonaba:
When I find myself in times of trouble, / Mother Mary comes to me, / Speaking words of wisdom, / Let it be. / And in the hour of darkness, / She is standing right in front of me, of wisdom, / Let it be.
He de reconocer que no escucho a los Beatles tan a menudo como mis gustos y mis convicciones musicales me dictan. Pero es de justicia afirmar y recordar que son parte fundamental de la música, no sólo contemporánea, sino de todos los tiempos. No lo digo yo, sino los propios historiadores de la música. Consulta, si no me crees, algún manual.
Beatle-regalos
Pero no se trata aquí de hablar de Historia de la música –tema, por otra parte apasionante-, sino de regalos, de modo que, entre estrofa y estrofa, me he puesto a buscar algún regalo relacionado con el cuarteto de Liverpool. Y vaya si lo he encontrado.
Uno que me ha encantado es un bolso bandolera Unisex con la imagen del cuarteto y, sobreimpresionada, la palabra “HELP!”. Como es un poco más femenino que masculino, o mí me lo parece, se lo voy a regalar a mi hermana, que además de ADN comparte conmigo la pasión por la música.
Todo tipo de complemento y artilugios
Sin cambiar demasiado de tercio, echo un vistazo a las carteras y billeteras que, aunque flacas estos días, algo han de llevar, aunque sea resguardos de recibos y tarjetas sin crédito. Me encanta una que lleva impresas, en blanco sobre fondo negro las firmas de todos los miembros del cuarteto. Esa no la regalo: me la quedo yo porque… Porque sí, ¿qué pasa?
Y termino, por no aburrirte que no porque nos falten posibilidades, con un regalo que no tengo muy claro a quien voy a hacerle, pero que es de auténtico delirio beatlemaníaco: un infusionador.
Five o’clock tea
Eso es: un recipiente, normalmente de metal, en el que se depositan las hierbas de una infusión y que se sumerge en agua caliente, para que éstas impregnen el agua. La particularidad de éste que tiene forma de submarino amarillo. Ya me veo cantando a dúo con aquella persona a quien se lo regale:
In the town where I was born, / Lived a man who sailed to sea, / And he told us of his life, / In the land of submarines, / So we sailed on to the sun, / Till we found the sea green, / And we lived beneath the waves, / In our yellow submarine. Si es que tiene que encantarme, aunque sea por decreto ley…