Del mismo modo que los móviles sirven para jugar, enviar mensajes, hacer fotos, grabar vídeos, navegar por Internet, orientarnos en ruta y, de vez en cuando, para llamar por teléfono, los relojes pueden ser mucho más que artilugios de dar la hora.
Dicho esto, según a quién le regalemos un reloj, nos vamos a encontrar con una gama tan amplia que lo difícil va a ser no acertar con el bueno. Pero no vamos a ocuparnos de los clásicos, ya sean de vestir, deportivos, de gama media o de lujo. Éstos, para otra ocasión.
De los que hoy vamos a tratar son de los que se cuentan entre los llamados “originales”: artilugios curiosos que, como valor añadido, dan la hora. Y como son muchos los ejemplos, reduciremos la lista a aquéllos que más nos han llamado la atención:
La envidia de 007
Comencemos por un reloj que hará las delicias de los fanáticos de las pelis de espías: con una cámara indistinguible en el número dos, podemos grabar vídeo y sacar fotografías hasta llenar los dos gigas de capacidad luego volcarlas a nuestro ordenador vía USB. Es también por este puerto por el que podemos recargar su batería de litio.
Por lo demás, nadie diría que no es un reloj normal, del montón, lo que también dirían de la versión “sport” de este gadget, que al igual que la de vestir, posee una luz LED que nos indica que está funcionando.
Para frikis de las matemáticas
Otra idea: ¿qué tal quedaría decir “son las equis cuando menos ocho es igual a don menos equis”?, ¿o “son un octavo de noventa y seis medios”? Seguro que quien nos pregunte la hora no volverá a hacerlo. Es cierto que sería mucho más sencillo haber dicho “las diez” o “la seis”, respectivamente. Pero el reloj ecuación es así: se trata de divertirse, aprender y saber qué hora es.
Se trata de un reloj de pared de casi veintiocho centímetros de diámetro en el que los números han sido sustituidos por ecuaciones. Si el chico suspende matemáticas, regalémosle uno. Puede que no mejore en la asignatura, pero seguro que o encontrará original.
Un despertador escurridizo
Y finalizamos con la solución para los que no se despiertan porque, inconscientemente, apagan el despertador y siguen en el mundo de Morfeo: “Clocky”, un despertador con ruedas que, en cuanto empieza a sonar, sale disparado y se mueve erráticamente por toda la habitación. Para cuando lo hayamos “cazado”, ya estaremos bien despiertos. Además, suena muy parecido a R2D2 robot de la Guerra de las Galaxias. Por suerte, no le han puesto la voz del ultra irritante Jar-Jar Binks…